Es como un hervor oscuro o una gelatina que late.
Más oscuro todavía que el túnel en el que ocurre ese movimiento. Extraña mezcla de organización y caos.
Sería distinto si uno pudiera verlo como una anécdota, o incluso como una de las tantas expresiones de la vida. Si no fuera por la decisión que trasmite. Una especie de amenaza, que no logra definirse sin embargo.
Bastaría aplastarla con la bota, para despedazar esa inquietud. Tal vez, al retirarla se estire pegagosa como un chicle.
Final.
- Se están reproduciendo a un ritmo inusitado. La ciudad es un gran criadero. Los sistemas de desagües tienen las condiciones ideales. Humedad, y alimento en abundancia. Son un ejército que se prepara para el saqueo, que probablemente no ocurrirá mientras tengan suficiente comida. Pero el fin del equilibrio de esa ecuación se acerca. Cuando el ritmo reproductivo se encuentre con la escasez ya será tarde para nosotros.
- Explicite Doctor.
- Cuando están hambrientas nada las detiene. Mire, esto fue Babilonia 234. O Esto Alejandría 1328, hay muchos ejemplos.
- ¿Actuales?
- Esto es Nankin, China, agosto de 2018. Las fotos/ sobre la mesa, /muestran miembros destrozados,/ rastros de sangre trepando a las paredes./
- ¿y por qué no se sabe?
- Los chinos son de encriptar información, pero se sabe. Nankin es hoy una ciudad fantasma.
¿Qué propone?
Bastó la actividad de tres docenas de operarios cerrando las esclusas, las llaves maestras, volviendo hermético y sin salida el sistema de desagüe. No hizo falta más, en pocas horas se colmó, murieron ahogadas, millones.
Sin embargo.
En los basurales, en los aledaños de la desembocadura de los desagües, entre las piedras que asoman de los acantilados, debajo de los cimientos de las viejas curtiembres, laten de nuevo.
- ¿Son otra vez amenaza?
- Están creciendo, pero bastará con sistematizar el cierre. Considerando el ciclo reproductivo, creo bastará con hacerlo cada 18 días durante 6 meses. El exterminio.
Pero ellas han encontrado caminos de salida y sistemas de alarma. El rumor del agua vibra en las paredes de los caños. Tarda en llegar, da tiempo. Sus cuerpos elásticos se estiran, viscosos, y se escurren por ranuras minúsculas. Los nidos afuera, la comida adentro, una estrategia de guerra.
- Cada vez hay más doctor. ¿Qué está pasando?
- Son un enemigo inteligente. Aprendieron.
- ¿Entonces?
- Hacen lo mismo en Londres. Nadie inundó los desagües, pero hacen lo mismo, se reproducen afuera, comen adentro.
- ¿y eso?
- Se llama “ley del centécimo Mono”, se transmite vía los “campos morfogenéticos”…lo estudió un inglés hace varios años, Rupert Sheidrake….Lo que algunos individuos aprenden se transmite a la especie en todos lados, simultáneamente.
- ¿Qué se hace?
- Diseñaremos un nuevo plan, concédame unos días.
- Mire, ya no es una estrategia del área de salud. Ahora es un tema de defensa. Involucraremos al ejército. Terminó su función.
La horrible muerte de la pareja en un hotel de Londres y la mujer que en su departamento las vió salir del inodoro, una tras otra y no llegó nunca a comprender, fueron solamente los primeros casos.
Luego, mojadas, se adueñaron de las oficinas, conquistaron las escuelas, escalaron los edificios, descendieron a los subsuelos.
Discutían en Nueva York el tema.
Mientras ellas, sigilosas, por dentro de los conductos, entre los cables, o embadurnadas en asquerosos detritus, desembocaban finalmente en los bunker subterráneos y por debajo de los cuarteles palpitaban, temblorosas, la inminencia del desenlace.