Ruleta Rusa

Gira, y gira y se gatilla, alguna vez dispara.

¿la humanidad juega? ¿o un jugador globalizado y de tan hegemónico, casi único, maneja el juego?

¿pero en realidad, lo maneja?

Todo se ha globalizado y acelerado (la circulación de capitales, de personas, de información)

Por eso un virus que en otro momento hubiera quedado reducido a una comarca, a una zona del planeta, rápidamente se propaga al mundo. Este virus agrega a otros anteriores la enorme velocidad de contagio.

Hoy 24 de marzo 400.000 infectados, 17.000 muertes, 160 países afectados. Cada loco con su tema: ahora son 160 decisiones “soberanas”.

Porque el que maneja todo el planeta es el mercado, pero no tiene cabeza, no tiene gabinete, no tiene departamentos de salud, solo tiene intereses mercantiles. Entonces, paradoja, cada cual hace lo que parece, menos el virus.

El virus tiene lo suyo:

a) Es ferozmente contagioso.

b) No respeta clases sociales. Lo cual lo hace odioso para el sistema, no es lo mismo que las diarreas, por ejemplo, por no tener aguas potables que matan más de un millón de personas por año, pero son todos pobres.

c) Prefiere gente de la tercera edad. Este punto tiene lo suyo, (neodarwinismo social), mata lo que es débil, selecciona lo fuerte.

Ya ven: una en contra y una a favor del sistema. (consumen poco y son un gasto social)

El desmantelamiento de los sistemas de salud fue política promovida. ¿y ahora? ¿servirá para la mirada neodarwinista?. Sea como sea colapsa.

Colapsa la salud, la economía, la producción, la comunicación. Colapsa, contamina, enferma y mata. Colapasa también el modo de relaciones humanas.

¿Pero el sistema capitalista sale indemne?

Por lo pronto, si impuso la globalización y circulación a fondo de mercancías, bienes, servicios, personas, será por que lo necesita. Si esto, fruto de las cuarentenas se frena, se frena el mercado. Por eso bajan estrepitosamente las bolsas, el petróleo, suben los “riesgos país”, de las economías que ellos llaman emergentes, junto con las tasas de interés de deudas que se vuelven rápidamente más impagables.

Tal vez en este sentido la crisis no sea diferente a otras crisis. Habrá recesión, luego, concentración de la riqueza, luego muchos millones mas de pobres, que luego morirán de enfermedades de los pobres que ya no alarmarán tanto.

O tal vez no.

Tal vez la humanidad encuentre una oportunidad, quien sabe. Que ya viene buscando, fragmentariamente como se puede.

En las luchas por el cambio climático, y la depredación y el saqueo de los bienes llamados comunes, en el feminismo enarbolado por las mujeres de nuestra América, en las puebladas, en las “paisadas” como la de Chile.

Ahora que todo se muestra como es, por ahí es el momento, de ponernos a pensar y construir, hermanados con toda la vida, la nueva humanidad.